LA MUJER GATO


La última vez que mire el reloj eran las doce, hora bruja pero tuve suerte ni me encontre a ninguna. La luna estaba llena esa noche y parecía ser la reina de la noche, tan hermosa, tan hipnotica, me tenía embobado hasta que una sensual y melosa voz femenina me sacó de su embrujo:
-¿Qué hace por aquí un hombre de tu clase?
Yo no podía ni contestar, era tan hermosa. Larga y ondeante cabellera negra, labios jugosos, de esos de los que uno no se quiere despegar, grandes ojos verdosos y unas curvas de infarto, infinitas y muy bien proporcionadas. Parecía un gato, sus movimientos eran suavez y sigilosos. Me tenía preso, a todos los que estabamos aquella noche por su terreno. Algunos hacian como que disimulaban, otros, en cambio, la miraban con la misma picardia que ella a ellos. Pero esa noche, iba a ser mia. Aún sigo sin tener claro por que me fue a decir a mí lo que me dijo:
-Veo que la noche te tiene más atrapado de lo que pensaba, no es recomendable quedarse embobado mirando a la luna por aquí, ¿te gustaría acompañarme a dar un paseo?
Y de paseo nada, me cogió la mano y nos movimos de allí. Todos los ojos iban dirigidos a ella, ella les bufó, como hubiese bufado un gato. Era toda una gata. Caminamos por algunas calles, apenas se veía algo. Yo no podía evitar mirar su cuerpo, su perfecto cuerpo de mujer gato. Antes, se paró y me besó, un beso con lengua, repentino y apasionado... Buff y lo que viene después fue increible. Nuestra ropa volando por la sucia y pequeña habitación. Besos, besos, muchos besos, por todos lados, por su cuerpo, por mi cuerpo. Me estaba poniendo malo, malo del gusto que me estaba dando y cuando tumbada y abierta de piernas mostrandome todo su rosado y ardiente clitoris me soltó, pero no de un modo impertinente sino de la forma más sensual y cariñosa que a ninguna otra mujer he oido:
-Metemela, metemela dentro, bien dentro.
Estube a punto de correrme allí mismo, de pie. Menudos gemidos daba y que bien sonaban. Por no decir, lo bien que se estaba dentro de ella. Ojalá hubiese durado más. No sé si ella llegó a tener un orgasmo pero yo creo que sí. Mientras gemía se tocaba los pechos, era lo más excitante que podría haber visto. ¿Por qué las demás no me enloquecian tanto? Seguramente porque no lo sentian con tanta intensidad como ella y eso, eso era lo que me ponía tan caliente. Menuda noche, fue la mejor de toda mi vida. A la mañana siguiente cuando me desperte ella ya no estaba, ni su ropa. Con la luz del día la habitación se veía aún más fea conque no me quede allí ni un segundo más, me vesti y corrí a buscarla, por el camino, me encontre con uno de esos tipos que tanto la miraban y me dijo, eso si con una sonrisa en los labios:
-¿No estarás buscandola? Tío, disfrutala y dejala libre, si te empeñas en retenerla contra su voluntad te sacara las garras. Por cierto, es más mia que tuya. 50 pavos.

1 comentario:

Skingirl Chronicles dijo...

me gusta sobretodo el dibujo molaaaaa!


VEN Y UNETE AL DESORDEN...